Todos aquellos que sigan con cierta asiduidad los informativos o periódicos, sabrán que el Presidente de el Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, va a proponer que todos los inmigrantes que residen en España durante, al menos, cinco años, tengan derecho a votar en las próximas elecciones municipales, dándoles así, según Zapatero, un derecho que se merecen.Dentro de las peculiaridades de la propuesta, cabe destacar que para permitir a un inmigrante votar, su país de orige debe realizar la misma acción con los españoles, es decir, se exige reciprocidad en la propuesta.
Bien, tras exponer el asunto en cuestión, el CS va a intentar analizarlo de varias formas posibles, por raras que parezcan.
Una vez más, el PSOE lucha por llevarse otro voto minoritario, como ya intentó con feministas y colectivos homosexuales. Como siempre, la política "flower power" de igualdad e integración del señor Zapatero vuelve a realizarle el vacío a la inmensa mayoría: el trabajador medio, nacional y heterosexual.De una forma aparentemente idealista, el CS piensa en lo nefasto que es que personas de orto país tenan la posibilidad de participar activamente en la política de un país que apenas conocen, generando un voto egoista que se aleja de las necesidades del Estado.
Hay que considerar que mucha de esta población inmigrane nos hace perder dinero. Las afirmaciones del goberno son que este tipo de personas pagan sus impuestos o gastan dinero consumiendo aquí. Sin embargo, no se menciona el envío de dinero de forma masiva o el volver a su país tras cotizar los años suficientes como para estar cobrando una pensión que es altísima, considerando el nivel de vida de sus países de origen. Por todo esto, es lógico pensar que esta gente votará a corde con sus intereses y no en beneficio de la nación.
Por otro lado tenemos las consecuencias internacionales:
Los países que tienen más emigrantes en nuestras tierras son, generalmente, sudamericanos, pero ¿a qué país latino-americano le interesa la reciprocidad antes mencionada?, los que no están sumergidos en una dictadura "socialista", que de por sí odian a España por su "fascismo" e "imperialismo", son países que tienen como presidentes una panda de corruptos codiciosos más interesados en atraer empresas españolas y, por lo tanto, el deseo de que sus compatriotas residentes en España voten a un partido que favorezca ese acto, por lo tanto el PP, mensaje que sería difundido a través de las embajadas. Por otro lado, muchos países no permitirían que ningún español votase, respaldandose en su autosuficiencia como nación. Por lo tanto, de una forma u otra, nada da ventajas al PSOE.
Pues aquí deja su reflexión el CS. Esperamos que sirva de utilidad.
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"El nacionalismo de países pobres o pequeños lo llaman revolución, en las naciones ricas fascismo"
