Fué en una tarde de mayo cuando pude reflexionar a cerca de una serie de acontecimientos que llegaron a mi vida, se instalaron y no pude reflexionar ni dar forma hasta ese día.
Vivo en Madrid desde hace 22 años, pero también he visto que Madrid ha cambiado mucho desde entonces, todo evoluciona, se modifica y cambia al ritmo de la vida. Pero un cambio que me llamó mucho la atención fué el de la degeneración moral y cultural que vive la capital, sintiendo que se descontrolaba en exceso y que para nada iba a mejor en algunos aspectos.
Me llama la atención el hecho de que, de cinco años a esta parte, he sufrido cinco atracos en la calle (que siendo de media uno por año, tampoco es tan malo), pero lo que más curioso me resulta es el hecho de que uno fuera por unos niños envalentonados, otro por un gitano y los otros tres por sudamericanos, de los cuales en uno fuí apuntado con una pistola. Y bién, después queriendo o sin querer, no solo me costaba aceptar el comportamiento de los sudamericanos, sino que veía defectos en casi todos sus comportamientos: exceso en la ingesta de alcohol, actos violentos en público, maltrato a la mujer y toda una serie de comportamientos que yo consideraba (y considero) carentes de moral.
Posteriormente empecé a ver defectos de comportamiento en mucha otra gente, pero curiosamente veía una abundancia de defectos en inmigrantes o chicos jóvenes que se asemejaban a estos (como los chicos seguidores del Hip-Hop). Fué entonces cuando me planteé si mi forma de pensar era una cuestión racista, de condicionamiento, generalización o simplemente pura defensa y cobardía. Y pasó el tiempo y cuando quise darme cuenta estaba ojeando e indagando en aspectos del Nacional Socialismo, del Comunismo y de otras tendencias políticas, y para mi sorpresa, encontré muchas respuestas y respuestas que no buscaba pero me agradó saber.
Pero cuando más indagué en el Comunismo, más glorificado en exceso me parecía y más injusto me parecía el concepto que se ha heredado del Nacional Socialismo. Así pues decidí indagar en movimientos nacional socialistas, neo-nazis y derivados, hasta que llegué a deducir ventajas e inconvenientes sobre todos estos temas y muchos más.
Y fué esa tarde de mayo, volviendo al principio, cuando me dí cuenta de todo lo que conllevaba la amalgama de conceptos, ideas, teorías, y demás, que había en mi mente y no tomaron forma hasta ese momento, y fué en ese momento cuando conceví el concepto de Culturalismo Social, que expondré durante los próximos días.
martes, 12 de junio de 2007
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